Hace unos años atrás conocí el desierto en Emiratos Árabes, exactamente en las afueras de Dubai. Sentí el enorme peso que ejerce sobre el espíritu. Pero no fue una sensación negativa. Tal vez influida por el clima festivo del tour que nos contenía.
Vuelta a casa, quise reflejar en una pared de mi patio un desierto del norte de África. Busqué ubicar los personajes también en un clima festivo: un mercado bajo las palmeras, música y danzas, algún chico juguetón y un grupo de paquistaníes que vienen desde la ciudad lejana.
Mural terminado!







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